Lagrimas del corazón por un país "confundido"

Al ver a mi nación sufrir por los golpes que le propinan sus gobernantes, al ver como mi nación es sometido bajo el oprobio de la corrupción siento ganas de levantarme cual caudillo de los andes, y por otro lado al ver a mi nación perdido en el laberinto de la pobreza no solo económico si no también espiritual y moral quisiera alejarme e irme muy lejos donde el dolor del patriotismo que tengo no me consuma. Porque duele ver a una nación que vive “confundido”, posesionado por esos medios de comunicación transnacionales, que están matando todo lo que queda de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y costumbres. Duele ver a los jóvenes no identificarse con su nación, duele ver a los jóvenes no tener una identidad cultural más por lo contrario se avergüenzan de sus raíces. Duele ver a señoritas viviendo una vida “perdida”, duele ver a jóvenes tener por amigos a la droga el alcohol y el tabaco, ver como cuentan sus dolores y pesares ala marihuana, entregarse al alcohol y ser consumidos por el tabaco. Duele ver a ancianos por las calles pidiendo migajas a esos que tienen pero que en realidad no comparten, ver a ancianos vestirse de la miseria y la pobreza. Duele ver a niños trabajando, trabajando porque si no lo hacen no comen, duele ver a madres olvidadas por esos hijos ingratos que no se recuerdan que esa señora que ahora es canosa pero que un día se esforzó por sacar adelante a sus hijos. Duele ver como los varones abusándose de su bruta fuerza se aprovechan de las delicadas damas, ver a esas damas ensangrentadas y con la cara golpeada pero el colmo de los colmos es que siguen al lado de ese animal, seguramente hacen honor ha ese dicho popular “mas me pegas mas te quiero”. Duele ver como el virus de la corrupción esta infectando a todos los peruanos en general, duele ver como esos millonarios cada día se hacen millonarios a merced del pueblo y ver a los pobres cada día hacerse mas pobres. Ante todos estos dolores a veces pienso que soy el único que sufre ante todas estas injusticias de la vida, pero a veces también pienso que en algún lugar del planeta hay personas que piensan y sienten igual que yo. Ante todas injusticias de esta vida solo quisiera seguir lo que hizo un gran líder como lo fue Jesús quien enseño a amar incluso al enemigo y dar aunque no tengas, porque siempre hay algo que dar. Se que no podré cambiar el Perú, pero creo que si puedo ayudar a que mi nación se encamine por los rumbos del desarrollo y la prosperidad, y creo que la mejor estrategia es actuar de manera diferente y enseñar con el ejemplo.

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