Dos serenatas no cambian nada

Escrito por Edmishaels (el emisario de Inkarri).

¡Feliz aniversario! Cuando la corrupción no se repudiada, pero sí se envidia. Cuando somos gobernados por el desgobierno, cuando la delincuencia nos toca las puertas…  
¡Feliz aniversario! Cuando el tráfico está colapsando, cuando cientos de chicas trabajan en lenocinios o casinos; cuando los bares y discotecas nos restan la inteligencia…  
¡Feliz aniversario! Cuando decenas de mendigos, ficticios o reales, se degradan y se amparan en la nada. Cuando las drogas circulan libremente y nadie está libre… 

Con las sombras a mi costado, seguí templando el alarido insonoro de mi gente… filosofando en el letargo, y atisbando el chanflón régimen que nos implantaron. Viví años resistiendo a un funcionario imbécil, que convertía en un urinario las áreas verdes. ¿Qué hizo Huánuco para merecer la desidia de sus gobernantes, que la ha sumido en el descaro de tener entre sus principales representantes a mediocres criminales?  

Si la desazón de la vida es el emplazamiento de más locales de tragamonedas, discotecas o bares… déjenme decirles, que el tiempo no ha pasado en nuestro valle. No hay retroceso sin avance, ni hay avance sin estancamiento. ¿Y en qué proceso estamos? ¡Pregúntenle al alcalde! A ese fanfarrón ignorante, que promete imposibilidades. Que se arrodille como antes, porque sé que algún día lo hará desde la cárcel.   

Duele más por quienes tienen en mente la reconquista de su propio paraje, pero ¿cómo lograrlo? Si ni siquiera podemos sofocar los impulsos de nuestros propios ciudadanos… No solo arrojan basura al río, sino también a los estamentos públicos. ¡Vamos, seamos claros! ¿Cuántos están celebrando el retorno de Jesús Giles Alipazaga? Si eres uno de ellos, ve y festéjalo con el mismo júbilo de los huancas en la fiesta del Santiago. Adora a tu dios. El presunto usurpador volvió. 

Finalmente, solo los cobardes huyen en la adversidad. El guerrero es implacable en el ocaso o el alba. Si fue capaz de dirigir las pavimentaciones más caras del país, de gestionar la iluminación del estadio Heraclio Tapia y con un “recaudo” innegable; que tenga también el valor de asumir sus errores, pero sin ausentarse, claro. Si fue capaz de ordenar la construcción de un centro comercial en una urbanización tan pobre, y años atrás de vaciar la laguna para permitir que se organizase una motocross (sin mencionar el tema del drenaje pluvial que fue construido por el Consorcio Aguas) todo ello lo hizo a cambio de estancar nuestros pasos, de opacar nuestras mentes, de regatear nuestros bienes. Mintió a nuestra gente, y abusó de los que no entienden. Pero si es tan osado para hacer eso, ¿por qué huyó como prófugo? Sí señor Koko Giles, a usted le digo: El cemento no es el futuro, las luces artificiales por las que pagamos caro no nos otorgará la Copa Libertadores de América (¡nunca!). Así como Real Plaza, jamás podrá mejorar nuestra calidad de vida, porque simplemente nos acostumbramos a vivir mal. Los talentos del o la motocross lo seguirá habiendo, aunque tengan que correr aquí o en otro sitio, y el drenaje por el que siempre te inflaste, se seguirá reparando muchos años más (será su vergüenza personal). 

En nuestra provincia principal hay más 40 mil bajajs, y todos con licencia para matar. Las pistas anatemas se volvieron, y diariamente tenemos que lidiar con conductores sin instrucciones en reglas de tránsito. Vehículos de poco peso circulando en nuestras vías principales. No respetan sus carriles, se pasan las líneas de tope, tocan sus bocinas inconvenientemente, no disminuyen sus velocidades en los hospitales, colegios, universidades, etcétera. Tampoco tienen consideraciones con los peatones (ni trato humano con nadie) y sus tarifas son excesivas. El oportunismo es frecuente, y eso remuerde. 

Ojalá la contribución de nuestros hermanos fuera más importante que todas sus coyunturas. Pero la envidia es el peor sentimiento huanuqueño; casi siempre nos empuja a fragmentarnos, aunque eso implique nuestro propio fracaso. Es preferible vernos arrastrando, que soportar ver a nuestros hermanos triunfando.   

La que alguna vez fue “La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de los Caballeros del León de Huánuco”, hoy no es más que un recuento vacío.  Porque cada vez conocemos menos nuestro pasado, y por ende, entendemos menos nuestro presente. Y seguimos siendo lo que no quisimos ser: jueces, espectadores, fanes de infames, creyentes de dioses mortales. ¿Odiamos esos aforismos? Pero ¿por qué siempre actuamos conforme a lo establecido? Ojalá procediésemos igual en todo momento y no solo cuando nos conviene. Estamos al borde del colapso, aunque el crecimiento monetario nos diga lo contrario (no somos otro tipo de peruanos, seguimos fregados). Qué importancia tiene que haya más puestos de trabajo, de igual forma, la mayoría la ejerce con desgano (bostezando, llorando). Ya nadie le pone huevos a un sueño –confunden el éxito con el pensamiento negro de Nicolás Maquiavelo–.  Esa es la endemia peruana que jode cabezas:  

Que si quisimos hacer un país intelectual, tuvimos pereza de leer la crónica de El Dorado, porque siempre supimos que no la había escrito un peruano; sin embargo, si lo hubiera hecho el Inca Garcilaso, tampoco nos hubiéramos tomado la molestia de hacerlo. Después de todo, no solo somos creativos para evadir nuestros deberes, sino también, para atribuirle lo mejor de nuestra cultura a Europa.  Pasaron 481 años desde que el imperio se disolvió, y casi nadie entiende la razón. ¿A quién le importa la historia? El presente es el futuro, decimos todos. Pues bien, resulta que esa misma razón (que se supone, que ya no es de nuestra incumbencia) sigue retrasando a Huánuco (y al país de paso).

Lo único que importa es el dinero, y conseguirlo sin esfuerzo. Es sencillo respetar al que acapara más, y asociamos el éxito a esa maldad. Podríamos tener cientos de prostíbulos o casinos, y la gente nos respetaría más que a Cristo. ¿O acaso los peruanos no consideran a Susy Díaz o la Tigresa del Oriente mujeres inteligentes? Y solo por el hecho de haber encontrado el modo de generar recursos (aunque eso implique avergonzar a un país). Pero ¿cuántos hablan de Aracely Quispe Neira o Rosa Ávalos, nuestras mujeres científicas que trabajan en la NASA? La bestialidad es la fama. Después de todo, seguimos creyendo que la cumbre de la realización personal es la fortuna económica (sin importar cómo la consigamos...)   

Somos uno de los tantos países que se complace criticando al delincuente. Cuando en realidad quisiéramos tener su “suerte”. Pero ¿cómo cambiar esto? Si somos una región pusilánime a lo grande y conformista al extremo. Preferimos lo externo, y rechazamos lo de adentro. Estamos acostumbrados a señalarlos entre nosotros mismos con una amplia cantidad de adjetivos peyorativos, y solo porque nos vimos presumiendo o contentos. El racismo es nuestra mejor arma para arremeter contra los virtuosos, porque sabemos, que después de eso, no les encontraremos más defectos. Amando únicamente a los que nos hacen favores o nos retribuyen, o a quienes nos dieron la mejor impresión un día, y no nos importó llegar al fondo, porque nos estresamos pensando y queremos ser prácticos.   

Y si existen individuos que desean romper esos moldes, lo hacen soñando desde la atmósfera, pero nunca desde la superficie terrenal del planeta. Si esa lógica se hubiese aplicado a la ciencia o la tecnología, hoy no habría cohetes ni naves espaciales. Es la condición de todo hombre ascender gradualmente y partir de sus propias limitaciones; la humildad nos hace dioses. Odio decirlo de esta forma, también Jean Paul Sartre odiaba decir cosas obvias; sin embargo, resulta que la gente sufre de alzheimer y solo así recuerda sus deberes.  

Se ha dicho innumerables veces que no se ama lo que no se conoce; pues bien, si no podemos entender nada de esto, es porque estamos más pelados que nuestras tres moles que conforman el valle (de ¿por qué la ley se transgrede? De ¿por qué pocos se quieren?) Ya no queda tiempo para discurrir en lo mismo. Ahora pregúntenme: ¿por qué decidí sentarme a estas horas de la noche a escribir en mi computadora esta breve crítica en vez de ir a la serenata de Huánuco a celebrar sus 474 años de historia? La respuesta es simple: por la misma razón que mucha gente no conoce, que… 

Somos la tierra de Yarowilca: el imperio y el guerrero; extendiendo nuestros dominios y llevando la civilización a distintas partes del Perú. Que somos el indócil Illa Túpac, expulsando a Pedro Barroso y dejando malheridos a nuestros enemigos (los hispanos asesinos). Que somos la región de Quisu Yupanqui y Cusi Rimay, emprendiendo una marcha revolucionaria por toda la sierra central hasta llegar a Lima y guerrear. Que somos el templo de Cori Huayta (la tierra donde se oyó la voz del dios Pachacámac). Que somos la guarida de Nunash (muestra de fidelidad que se ve retratada naturalmente en la BELLA DURMIENTE). Que somos la hazaña del mago Cuynac (un hombre que levantó sus puños contra un dios por amor). Que somos un Guamán Poma de Ayala, demandando los abusos que infringen los monstruos hispanos a los indios timoratos. Que somos la poetisa más controversial del continente (Amarilis). Que somos un Gabriel Aguilar Nalvarte, esperando sin miedo nuestra sentencia por querer la independencia. Que somos un Juan José Crespo y Castillo, reclutando miles de campesinos y armando una revuelta por un país diferente. Que somos un Marcos Durán Martel en una celda africana, liberando a los indios y motivándolos a regresar a América. Que somos el noble Norberto Haro. Que somos el osado Leoncio Prado Gutiérrez (símbolo máximo de nuestro ejército nacional) en el combate de Dos de Mayo sellando definitivamente nuestra independencia; viajando por Honduras, el Salvador, y soñando en cooperar por la independencia de Filipinas, por la que fuimos náufragos y dimos a parar en diferentes países del Asia y Europa; para regresar y luchar con Chile. Que somos El  hombre de la bandera, Aparicio Pomares, que a punta de coraje e inteligencia logró expulsar a los chilenos de nuestras tierras (muriendo de gangrena y siendo enterrado con la bandera). Que somos Mariano Dámaso Beraún con orgullo numérico. QUE SOMOS LA TIERRA DE EL CÓNDOR PASA (composición de nuestro etnomusicólogo Daniel Alomía Robles) la zarzuela de América. Que somos la ciudad de Hermilio Valdizán (padre de la psiquiatría peruana). Que somos José Varallanos, investigando más de lo que nos enseñaron. Que somos Javier Pulgar Vidal (estudiando las regiones naturales de los Andes y fundando universidades por toda Sudamérica). Que somos Esteban Pavletich, sublevándonos en Panamá y en Guatemala; luchando contra el imperialismo norteamericano en México; dirigiendo las contiendas en Nicaragua por la utopía de Sandino, y escribiendo las maravillas de nuestra sierra. Que somos Augusto Cárdich descubriendo fósiles importantes. Que somos Nathalie Kelley, actuando en la película Rápidos y Furiosos 6 que se estrenó hace poco. Que somos Pelo D’ Ambrosio y Lejos de ti, dando como ningún otro artista más al país. Que somos Gloria Dávila Espinoza, escribiendo y recitando por el mundo la belleza que tiene los Andes. Y que también somos, el respetable escritor Samuel Cárdich, así como innumerables hombres importantes.  

Señores, Huánuco es más que el Templo Ceremonial de las Manos Cruzadas, es más que las cinco lagunas de Pichgacocha, es más que las cuevas de Lauricocha, es más que la Corona del Inca, es más que Huánuco Marca, es más que los rascacielos antiguos de Tantamayo, es más que el puente Calicanto, es más que la Cueva de las Lechuzas, es más que los Negritos de Huánuco, es más que Huánuco… 

Huánuco es la sangre de sus hombres, su sabiduría, su ciencia, sus talentos, sus denuedos, sus sueños. Huánuco es la tierra de EL ROMÁNTICO DE DIOS. Huánuco es más de lo que te contaron tus profes en el cole... ¡Amigo, despierta! ¡HUÁNUCO ES AMÉRICA!     

Jueves 15 de agosto del 2013. 


A manera de epílogo; hace un par de años, la historiadora peruana, Katia Gibaja, mediante minuciosas investigaciones, concluyó, que nuestro sacerdote Marcos Durán Martel, el que fuera desterrado de Huánuco por el delito de conspiración contra la corona española; salvó al pariente de José Gabriel Condorcanqui Noguera o Túpac Amaru II (Juan Bautista) de una celda en Ceuta (África). Coincidencia que fue posible porque Juan Bautista apenas siendo un niño, cayó con Túpac Amaru II en Chile, y fue confundido como un reo común; así que en vez de ser ejecutado como su familiar, lo deportaron del mismo modo que al sacerdote huanuqueño. Siendo de este modo, que el ideólogo de la revolución de 1812, hiciera posible el retorno de Juan Bautista a América.  El mismo que se reunió con José de San Martín y llegó a firmar el acta de independencia de Argentina en tres idiomas: aimara, quechua y Tiahuanaco jeroglífico, siendo proclamado en el país gaucho como máximo líder y presidente de la Argentina (que por cuestiones de celos del libertador sureño nunca se concretaron). Además, si el plan integracionista indioamericana que es mucho más vetusta que la sudamericana de Bolívar y San Martín, fracasó, fue porque en nuestra historia existieron muchos hombres probritánicos, proitalianos y profranceses. Así que era obvio, que lo que menos que se quería era una monarquía Inca. Asegura la erudita, Gibaja. Confirmándose de este modo, que el sueño Amaru, dentro de ese contexto, se hizo realidad. Así como la pasión patriota de nuestro sacerdote en nuestro imaginario.  ¡Viva Huánuco! 

II 

Recordemos también, a manera de distintiva, que el indigenismo nació en Huánuco. Sin importar la innumerable lista de sus precursores, ninguna obra literaria a finales del siglo XIX y a comienzos del XX (incluyendo Aves sin nido) fue más relevante que los Cuentos andinos.  

Enrique López de Albújar trascendió en el tiempo, no solo por mitificar los sucesos que la historia parecía haber olvidado, sino por llenarlo de elasticidad, romance, furia, denuedo, sentimiento. Elementos, que hasta entonces, eran desconocidos en nuestras bibliotecas (metafóricamente hablando). A mi humilde entender, si bien pudimos tener a escritores que retrataron en su momento lo maravilloso que tuvo el país o lo tiene, en ningún otro libro encontré, algo severamente mágico, como la exégesis de Los tres jircas (por lo menos hasta que aparecieran dos de los grandes monstruos de la novela peruana: José María Arguedas y Ciro Alegría). Semejante relato, despertó el interés por la narrativa fantástica, lo que le permitió a muchos intelectuales, valorar la esencia de lo rudimentario y, encontrar en esa simplicidad el misticismo de nuestro orgullo nacional.    

El hombre de la bandera, por ejemplo, es otro de los cuentos que podemos encontrar en la magistral obra de Enrique López de Albújar. Relato que nos traslada a una de las épocas más oscuras de nuestra historia. Cuando Chile devastaba el país y el desgobierno empezaba a pasarnos factura. Aquí les comparto un pequeño fragmento: 

     Pero Pomares, que todavía no estaba satisfecho de la ceremonia, una vez que vio a todos en sus puestos, exclamó:
–¡Viva el Perú!
–¡Viva! –respondieron las cincuenta voces.
–¡Muera Chile!
–¡Muera!
–¡A Huánuco todos!
–¡A Huánuco! ¡A Huánuco!
     Había bastado la voz de un hombre para hacer vibrar el alma adormecida del indio y para que surgiera, inhiesto y vibrante, el sentimiento de la patria, no sentido hasta entonces…>>

 Aparicio Pomares, el soldado ferviente que enfrentó a las bayonetas chilenas en distintas ocasiones (Pisagua, San Francisco, Tacna, Tarapacá y Miraflores) es símbolo de esperanza. Y el maestro Albújar, encontró fascinación en su figura, escribiendo un final fascinante: 

     –Ya sabes Marta; que me envuelvan en mi bandera y que me entierren así.
     Y así fue enterrado el indio Chupán Aparicio Pomares, el hombre de la bandera, que supo, en una hora de inspiración feliz, sacudir el alma adormecida de la raza…>>     

¡Feliz 474 años de historia, Huánuco!  


Este humilde escrito se hizo tomando en cuenta las nuevas reglas de ortografía de la RAE (excepto por el fragmento del libro Cuentos Andinos del escritor Enrique López de Albújar).


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