En una entrevista concedida a Perú 21 el mejor jugador del campeonato, Gustavo Rodas afirmó de que si el domingo campeona con el León de Huánuco se tatuará un león.
El argentino Gustavo Rodas estuvo a punto de ser una promesa perdida, pero hoy es el mejor jugador del León y del campeonato. El popular ‘Billy’ es un ejemplo de que siempre se puede salir adelante.
¿Es cierto que de chicos Messi era tu suplente en Newell’s?
Nooo… Jugamos juntos en menores de Newell’s, pero no estuvimos juntos todo el tiempo porque él era una categoría menor. Los dos éramos titulares y corríamos toda la cancha.
Pero dicen que tú jugabas más.
Me costó explotar. Quizá en ese momento podría haber jugado mejor, pero de grande ya se ve quién es quién. Y Lionel es el mejor del mundo.
¿Por qué te costó explotar?
Hacía las cosas mal… No era lo que hacía en la cancha, sino fuera de ella. Llevaba una vida desordenada.
¿Quién influyó para tu cambio?
Mi esposa Ivana y mis hijos Camila (6) y Eliel (4). Con el apoyo de ellos saqué fuerzas y pude salir de ese momento. Necesitaba estar con gente que me diera cariño y tuve la suerte de que no fue tarde. Mi madre María siempre estuvo a mi lado.
¿Y tu papá? No lo mencionas.
Mis padres son separados. Viví solo desde los 13 años. La fama me llegó muy rápido. Tuve que aprender a hacerme cargo de mis hermanos, ya que era el único que tenía un trabajo fijo y un sueldo gracias al fútbol.
¿Cuándo cambió la historia?
Estaba a punto de dejar el fútbol. Tenía problemas y debía empezar de cero en un equipo de la C, pero no llegué a jugar. Un día estaba en Buenos Aires y me llamó el preparador físico de Javier Torrente, que estaba en Bolognesi. Ellos me conocían de la selección y también son de Rosario. Sabían que no tenía equipo y me hicieron la propuesta.
¿Ahí terminó la pesadilla?
El drama siguió. Cuando se terminó lo de ‘Bolo’ me quedé seis meses sin jugar por tener gente que me manejó mal. La pasé muy mal, entrenando por mi cuenta en Rosario. Después tuve una posibilidad de irme a Venezuela, pero no pude fichar. Y justo allí el ‘profe’ Navarro tomó León y me llamó.
¿Este es tu mejor momento?
Es el momento de mi vida. Salí campeón con mi país en el Sudamericano Sub 17 de Bolivia 2003, pero pelear la posibilidad de ser campeón es algo más lindo. Además, lo que se vive en Huánuco es muy lindo, la gente no te deja de agradecer.
Pareces un leoncito, ¿no?
Por la melena, ja, ja, ja. Pero también porque sé defenderme. Viví en un barrio bastante pendejo en la zona oeste de Rosario.
¿Cuántos tatuajes tienes?
Un montón. Me he tatuado el nombre de mi esposa y de mis hijos, pero si gano mi primer título me podría tatuar un león.
Entrevista realizado por José Lara La Rosa
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